HUELVA 14 Abril 10 ( Huelva Información )

El Ministerio de Medio Ambiente elabora el informe · Los trabajos de aporte de arena podrían comenzar este mismo mes · Los empresarios esperan que las labores concluyan a final de mayo.

Las playas de Huelva se preparan para la temporada de verano tras el temporal. Los daños que éste ha ocasionado han sido cuantiosos y ninguna zona del litoral se ha salvado del azote de la lluvia y el viento. Los ayuntamientos costeros han sorteado como han podido la Semana Santa, pero ahora el tiempo apremia de cara a la temporada de verano. Una buena parte de los daños han sido reparados, sobre todo en lo relativo a la reposición de material mobiliario y otras infraestructuras playeras, pero queda la regeneración del litoral. Y es que el temporal se ha llevado la arena de las zonas de baño, que debe ser repuesta para que recuperen las condiciones que tenían.

Costas se ha compormetido a realizar los aportes de arena que las playas onubenses precisan, actuaciones que por el momento apenas se están llevando a cabo. Sí se han realizado labores de refinado y de redistribución de arena en algunas zonas. En Punta Umbría, en el paraje de Los Enebrales, en la Playa de la Bota y en la zona de El Portil se ha procedido a una restauración dunar y a la colocación de captadores de arena.

Tan sólo en las playas de Cartaya (Nuevo Portil y El Rompido), el Ayuntamiento trabaja en la regeneración de la zona de baño después de que se procediera a la reparación de las pasarelas, la limpieza de la zona dunar y la reposición del vallado para proteger la duna. En este municipio costero, la draga trabaja a diario en la extracción de arena de la flecha de El Rompido para facilitar la navegabilidad de las embarcaciones y al mismo tiempo el aporte de arena en aquellos lugares donde el temporal ha dejado huella. La regeneración se extiende de izquierda a derecha del Caño de la Culata.

La extracción de arena en el canal del Piedras servirá también para llevar a cabo tareas de regeneración en las playas de El Portil y la zona de los Enebrales del municipio puntaumbrieño, según el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán.

No ocurre lo mismo en el resto del litoral que está pendiente de un informe de impacto ambiental para iniciar los aportes que necesitan Matalascañas y Mazagón, las más dañadas por el temporal, con arena procedente de la zona del Parador Nacional y del dique Juan Carlos I donde se han acumulado los depósitos. El Ministerio de Medio Marino y Medio Rural y Marino ya ha iniciado el estudio que podría estar terminado en breve de forma que los trabajos podrían comenzar a finales de este mes o principios del que viene.

La reconstrucción del Paseo Marítimo de la playa almonteña, adjudicada a la empresa Dragados y Construcción, continúa a buen ritmo gracias a la partida de 2 millones de euros adjudicada por el Gobierno central. Los daños sobre el Paseo Marítimo y las infraestructuras asociadas al mismo se han centrado en dos puntos principalmente: el extremo más oriental, de la urbanización y la zona del hotel Flamero. En la zona oriental se ha perdido en su totalidad un sector del paseo, de unos 200 metros de longitud, incluyendo el saneamiento, y en la segunda, lo dañado coincide con un ensanchamiento hacia la playa del paseo principal y la zona afectada tiene una longitud de unos 100 metros. Se prevé en el plazo de dos o tres semana las obras de reparación estén terminadas. Cuestión distinta es la regeneración, tras la pérdida de arena que se ha producido principalmente en la zona más próxima a Doñana y en Torre La Higuera.

En Mazagón, también ha comenzado la reparación de la red de saneamiento, cuya rotura ha provocado el vertido de aguas fecales a la playa, al igual que ha ocurrido en Matalascañas.

Por el momento, se ha realizado la redistribución de arena en el tramo más central de la playa, en El Remo y el Club Náutico, que ha consistido básicamente en aproximar arena a la zona pero resta el grueso de la actuación.

La Antilla e Isla Cristina también precisan de aportes que por el momento tampoco han recibido. Los propietarios de los chiringuitos trabajan a destajo para que todo esté listo cuando llegue la afluencia masiva de veraneantes. Para entonces esperan que las playas puedan lucir una aspecto similar al que tenían antes de la tempestad.